¿Tengo permiso para volver a soñar?

Ha pasado tanto tiempo desde que me permití fantasear con mis proyectos.

Estoy cansada de sentir que avanzo a ciegas, tropezando en cada esquina del camino.

De repente desperté en una realidad que no es para mí.

De repente abrí los ojos y todas las cosas con las que alguna vez soñé se me estaban escapando de las manos.

Intento aferrarme con desesperación. Tiro del hilo para encontrarme más y más enredada.

Dándome cuenta de que que estoy bajo el agua y no puedo respirar.

Y quizás yo no soy el problema, sino el lugar.

Que la respuesta siempre estuvo cerrando los ojos, en mi cabeza.

En la cinética de mis dedos.

Que no lo quise ver por miedo.

Pero ahora, de a poco, dolorosamente entiendo.

No sé cómo llegué a donde estoy y no sé si soy capaz de dar el salto de fe que me lleve a donde quiero estar.

No sé ni siquiera si ese lugar realmente existe.

Abandonar un camino sabiendo que no hay vuelta atrás.

Soy capaz, soy ese tipo de persona. Lo he sido más de una vez.

¿Qué tan caro es el precio de volver a ser lo que siempre quise ser?

 

 

 

 

 



Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *